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Évaluation
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Recuerdos de niñez es lo que me viene a la cabeza cuando visitó sitios como el valle de Arán. Casitas de cuento, calles empedradas y serpenteantes, arroyos de aguas cristalinas a la par que cantarinas discurriendo por medio del pueblo y enmarcadas por puentes de piedra...casi como un cuento de niñez, como digo. En ese ambiente aparece este restaurante que yo definiría como básico porque, qué hay más básico que un trozo de carne hecho a la brasa? El resto de la carta, donde encuentras cosas realmente apetecibles y de las cuales yo probé un par, son satélites que discurren en torno a lo más importante: la carnaza. A la entrada nos espera sonriente la bruja que da nombre al local, sonrisa malic...