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Évaluation
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Este verano estuve una semana en Olivenza con mi familia. Durante varias mañanas pude pasear por el pueblo y pararme a desayunar en La Palmera siempre era un acierto. La atención buenísima, una educación y trato maravilloso. Cuenta con mesas en el interior y en el exterior durante el verano. Además del desayuno venden prensa y si tienen un par de minutos hasta te pueden hablar de las últimas publicaciones de autores locales. Mi recomendación, el desayuno con tostada de jamón y tomate. Ese jamón era de película. Y para los sibaritas como yo, la tostada de mermelada de cebolla y queso de cabra. ¡Qué arte tienen estas señoritas para alegrar el día a los vecinos con desayunos así!