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Évaluation
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Siempre es un placer volver a Can Bernat y comprobar que año tras año mantienen la excelente calidad de la comida y un servicio inmejorable. En esta ocasión, para una mesa de quince personas, pedimos entrantes variados y todos estaban riquísimos: salmón con queso, pan de cristal con ibérico, gambas fritas, chipirones, zamburiñas... y algún otro más que no recuerdo. De principal los que comieron paella comentaron que estaba espectacular, los entrecot perfectos, y los que pedimos pescado, algunos gallo frito con cebolla y otros rodaballo a la plancha, también muy buenos. Miguel, el dueño, es de esos profesionales con experiencia y buen hacer, que está en todos los detalles, siempre pendiente d...