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Évaluation
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Hace unas semanas tuve la suerte de caminar por la calle donde está el café Concana, y aunque a la ida, sólo nos llamó la atención, a la vuelta sí decidimos tomar un café. No comimos nada, por eso no valoro la comida. El lugar me parece no ya agradable, que lo es y mucho, sino placentero. Cuando uno está sentado parece que todo el contenido del local te diera la bienvenida, no sólo el personal, que es muy amable. Y esa bienvenida fuera lenta, reposada, casi traducida en una conversación muy sugerente, atractiva, que se integra con la que ya tenías justo antes de entrar. Increíble experiencia y que repetiremos porque, además, Santillana del Mar se lo merece, más allá de cierto agobio por el n...