La comida muy buena excepto las patatas que estaban un poco quemadas. Me he tenido que ir sin el postre ni cafe porque el servicio no estaba por la faena y me he cansado de esperar. Eramos 5 clientes en el local!!! Y ni siquiera me han preguntado si no quería postre o café cuando han visto que me levantado y he ido a la barra a pagar!
Solemos ir a desayunar bocadillos, que no están nada mal. El camarero muy simpático y amable. Servicio lento, suponemos por la cocina. Un lugar agradable, sobretodo en verano.