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"Es una visita obligada para a comprar palmeras gigantes. Tienen un sabor que te dejarán con ganas de más!"
Téléphone: +34942717012,+34942717013
Adresse: Calle Las Corbatas, 39560, Val de San Vicente, Spain
Ville: Val de San Vicente
Site Web: http://www.royaltreslostanagos.com/
Lundi: 08:00-23:00
Mardi: 08:00-23:00
Mercredi: 08:00-23:00
Jeudi: 08:00-23:00
Vendredi: 08:00-23:00
Samedi: 08:00-23:00
Dimanche: 08:00-23:00
Plats: 0
Catégories: 5
Avis: 1742
Aprovechando un viaje de vuelta a casa decidimos parar a comprar unas palmeras (que están buenísimas) y comer unos bocadillos para seguir por carretera. El camarero que nos atendió (con un tatuaje en el cuello), después de hacernos esperar en la mesa por unas bebidas que pedimos en la barra hacia unos quince minutos, nos indicó que no le quedaban pinchos puesto que habían recibido un pedido importante y andaban escasos. Hasta ahí todo normal y perfectamente comprensible (espera incluida aunque el bar no estaba lleno precisamente). Decidimos entonces terminar nuestras consumiciones y buscar otro sitio donde poder comer algo. A los dos minutos nos indica que tenían solo tortilla y como no era...
Palmeras extraordinarias, pero hay que comentar, que han reducido mucho el tamaño, pero mucho. (antes ocupaban 2 bandejas de cartón, y ahora 1 justita) y han reducido bastante la cantidad de chocolate. La calidad de los dulces es buena, quizas, la mejor de la zona. Pero como bar, penoso. Muy mala calidad de cualquier vino (blanco, rosado o tinto) y la cerveza de barril penosa, quizas por lo mal tirada.
Siempre que vamos de viaje a Asturias no podemos dejar de parar en esta área de servicio y con la disculpa de tomar un café o repostar aprovechar para comprar unas cuantas cajas de las ricas Corbatas en su tamaño normal o gigante, palmeras de chocolate y otras golosinas. Otras veces paramos en Royal III en los Tanagos y hacemos la misma operación a la vuelta. Recomendable,
Buenas tardes. Compré para traer a Canarias. Los dependientes solo estaban detrás de la caja para cobrar. Queríamos hacer un par de preguntas pero no había nadie y evidentemente en la caja había una cola enorme y no se detenían en responderte. Tuvimos que preguntarle a una paisana que había por allí y entendía algo del tema.
