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Évaluation
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Tuvimos el acierto de reservar a las 13:30 y así nos dieron mesa al momento. Para la reserva de las 14:30 vimos una muy larga cola de espera. Lugar absolutamente tradicional, es una casa de pueblo con un patio central, con las paredes decoradas con fotos y objetos antiguos. Todo muy típico. Comimos hasta reventar y eso que no aceptamos el ofrecimiento de seguir con otra bandeja de arroz caldoso. La comida no es exquisita, pero es que el precio del menú es imbatible: 13 € con dos platos, postre, vino y gaseosa, con el servicio incluido. Lo mejor fue el huevo frito con chorizos y patatas, el cordero estofado y ese arroz caldoso. Nos gustaron menos el gazpachuelo, las albóndigas y la fabada, qu...