Me encanta. Desde el diseño del local, muy diferente a lo que hay por la zona, pasando por el personal que te atiende rápidamente y te lo prepara todo al gusto. Se agradece un pan crujiente, tomate NATURAL, un buen café y el detalle del zumo que tienen con los clientes. Sin duda un gran sitio para desayunar, merendar unos fabulosos creps o batidos o disfrutar de una cerveza.
Atención pésima, desagradable y por parte del dueño muy mala educación.Nos ha tratado fatal por mover una mesa, pq en las mesas q habían montadas, no cabíamos todos los comensales. Por supuesto, no vuelvo.