5 /5
Évaluation
★
★
★
★
★
Junto a la catedral encontré esta creperia que me recomendó un amigo, y aparte de ser sorprendido por su decoración, muy agradable y colorido y pintado en las paredes, también me sorprendió los platos que sirven, basados en crêpes y galettes de la araña. Sólo siéntate en la mesa y ves que este restaurante es peculiar, aunque pertenece a una cadena, y es que el mantel es blanco y te da un barco con pinturas para entretenerte dibujando durante la breve espera para la comida. el crêpe que pedí era muy rico, con huevo frito, y llenaba más de lo que parecía, tanto que no pedí postre. Los precios oscilan entre 5 y 9%, según ingredientes. un precio correcto teniendo en cuenta la situación, la curio...