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Évaluation
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Llegamos a este local por recomendación de unos vecinos, después de visitar los Muíños do Picón e do Folón, en O Rosal, buscando donde comer entre semana en diciembre. Es un bar restaurante muy sencillo, tipo menú del día, donde nos dijeron que para comer había cocido gallego. Y resultó ser uno de los mejores cocidos gallegos que hemos comido, con una sopa estupenda. Para acabar y por recomendación de Manolo, el dueño, comimos una tarta de chicharrones muy rica. Con vino de la casa y cafés, salimos a 12€ por persona.