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Évaluation
★
Domingo de Ramos, vamos a tomar un vermut con los niños y a parte de que han tardado una eternidad cuando el bar estaba VACÍO, no nos han servido la comanda entera. A la hora de pagar, a unos comensales les había sucedido lo mismo que a nosotros y por avisar al camarero (que parecía el dueño) ha empezado a gritarle y a hablarle de muy malas formas, además de burlarse de los que íbamos con Palmas y habíamos ido a misa. El resumen es que se ha liado muy gorda porque yo me he metido por el medio a defender al pobre chico increpado. El camarero se me ha enfrentado como para quererme pegar y yo iba con mi hija de 5 años, por no hablar que le ha dado igual mi hija y que yo sea mujer. Después de la experiencia vivida, de la actitud del individuo alteradísimo y de los demás comentarios, creo que no estaria de más que la policía se pasara por este local a hacer un análisis de alcoholemia, por no decir de otras substancias. Hemos pasado miedo.