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Évaluation
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Una experiencia que hay vivir al menos una vez en la vida… Desde antes de entrar al restaurante ya te hacen sentir en un lugar muy especial donde intentan cultivar al máximo sus propios ingredientes, en los que está basada su cocina.. Probamos el menú payés aderazado con uno de sus caldos, un vino blanco ibicenco, de Can Rich llamado Amfora, cultivado en las salinas de Ibiza curado 6 meses en amfora como se hacía antiguamente con un toque floral y salino a la vez… de la comida decir que fue toda una experiencia, una explosión de sabores, pequeños bocados pero con un sabor muy potente gracias en parte a que en la mayoría de los platos desde el más sencillo al más complejo se han hecho reducciones para así potenciar su sabor al maximo, destacar sin duda el arroz fino del bullit de peix, absolutamente espectacular, el alioli que sirven dentro de un ajo de un sabor súper intenso, la sobrasada que hacen ellos mismos, el allipebre típico de la zona de la albufera de Valencia con anguila ahumada y caviar de esturión… sin olvidarnos de los postres que acompañamos de un vino dulce finalizando con un café Caleta (café típico de la isla) que sin duda hay que probar. En breve volveremos a probar el menú Erizo, por supuesto un servicio a la altura del menú, en un entorno propio de la isla como es la casa payesa que alberga el restaurante cerca además de una de las mejores playas de la isla como es Cala Gracioneta.