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Évaluation
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El sitio es precioso, tiene un comedor muy agradable y una taberna muy peculiar. El comedor lo vimos porque nos equivocamos de puerta, al llegar y aparcar desestimamos la terraza pues había alrededor de 36° y una señora nos indicó que entrásemos por una puerta que nos condujo directamente a la taberna, previo paso por el comedor tras equivocación. Supongo que al ir con ropa de senderismo pensarían que queríamos bocatas o raciones, y al no haber nadie en el salón pensamos que quizá no estaba abierto o había que ir con reserva. Los bocatas y las raciones muy bien, la verdad, y el trato algo seco y distante, pero bueno, estuvo bien.