La camarera de las mañanas es majísima y servicial y además el bar en sí está muy limpio y los servicios también. Recomendado para el café de la mañana y los poteos. Además los precios son más baratos que en algunos bares cercanos. Sin duda lo recomiendo.
Hubo una época en la que viví allí.En la actualidad,he empezado otra vez a hacerlo,y aunque el tiempo es otro,el local es el mismo.Hay algo mágico en ese ambiente,algo que es para siempre.