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Évaluation
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Es un horno muy bueno. De esos hornos tradicionales de pueblo. Donde hacen el pan con calma y cariño. Además tienen muchos otros productos típicos de horno y mini-pastelitos. Pero a destacar el pastel de manzana, que está brutal. Eso sí, el servicio es pésimo. Antes era bastante rápido, pero cambiaron de lugar el local (simplemente cruzaron a la otra acera) y desde entonces el servicio ha empeorado mucho. En general solo hay una persona para atender a la gente que va a comprar algo, y esa misma persona, una mujer bastante simpática, es la que se suele encargar de hace los cafés. Pero hoy que, como tantas veces he ido, le ha costado casi diez minutos preparar cinco cafés. Estaba yo esperando...