Restaurante pakistani creo, aunque el camarero tiene pinta de hindú, señor muy chingón y divertido. Lugar onde poder tomar y acabar bomba rodeado de buena gente de todas las edades. Ideal para ir con los bróder o con la flaca, yo fui con mi mamita y papito y repetiremos, se nos ofreció como cancha de alimentos chévere con las chelas. Música requetechingona aunque se hecha en falta algo de cumbia. Qué bueno que haya sitios así en la zona.