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Évaluation
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Entré en Motril intentando ver el interior del santuario pero estaba cerrado para nuestra desgracia, así que aprovechamos para tomar algo, vimos un bar lleno de gente en la terraza y en su interior, así que estaba claro que aquello tenía que estar bien. Tomamos las cervezas y vinos, con cada bebida una tapa, la primera de arroz recién hecho, ya con eso casi estás comido, la segunda terminas de comer con los calamares. Atención rápida a pesar de tanta gente, el interior del bar tiene muchas citas para que te entretengas leyendo, nos gusto todo, y la glorieta dedicada al ejército del aire está al lado para que respires lo español. Qué más queréis?