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Évaluation
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Después de llevar años y años disfrutando del buenísimo pollo al aji moroji, hoy tengo que lamentar la poca EMPATÍA, por parte de los dueños del bar. En el día de ayer, estuve disfrutando del servicio de comida, cuando accidentalmente me derramaron la salsa hirviendo en brazo y estómago, esto le puede pasar a cualquiera pero solo se limitaron a decir que menudo berrinche se había llevado la camarera, que era nueva, con 17 años y que no paraba de llorar, que si llevaba la camisa a lavar que les llevará el ticket , que les perdonara que creían que tenían pomada para quemaduras pero que no, que sí quería hielo (esto después de 1 hora de haberme derramado la salsa encima y que ni siquiera repusi...