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Évaluation
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Restaurante que está en la planta alta de un edificio ubicado junto al Pont de Sant Martí, por debajo de la Estación de Puigcerdá. La planta primera donde está el restaurante es una sala con una capacidad máxima de unas 40 personas, con una decoración típica de la zona, la carta es muy original, ya que es una pizarra grande que va de mesa en mesa para escoger los platos, para empezar te traen 2 pica pica con un pequeño vermut, en cuanto a los platos que escogimos tanto el trinxat de la Cerdanya, como el salteado de alcachofas estaban exquisitos, uno de los segundos los pies con tripa y garbanzos muy suaves, la carta de vinos corta y poco conocidos pero muy buenos. Servicio muy agradable. Recomendable.