La comida fue de muy buena calidad y con un precio asequible haciendo una buena combinación con el ambiente del restaurante. Otra cosa muy destacada de la cena fue Kevin, el camarero que nos atendió, dando tanto un buen servicio como una buena conversación hacia nosotros como clientes.
Pasta fresca al dente, pizzas de masa fina y crujiente, ambiente acogedor, trato gentil… una buena experiencia gastronómica desde que llegas hasta que te vas de este local con encanto situado en el centro de Luanco.