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Évaluation
★
Camarero indolente rallando la grosería. Tres tapas minúsculas : Una fría ni siquiera templada , otra salada como para hacer una crisis hipertensiva allí mismo y la tercera quemada quemada la carne y con sabor a quemado; de esas que has de tirar en tu casa a la basura porque el gusto ya es intolerable al paladar ...en vez de reclamar, y por tener la fiesta en paz, se les pide la cuenta y te clavan como si te hubiesen dado de comer de verdad; o sea, encima, disparatadamente caro, como el cuádruple de lo propio para un sitio así. Por supuesto, ni dejamos propina ni volveremos. De juzgado de guardia, oiga ! La joven camarera sí muy amable y servicial, un mínimo consuelo, pero bravo por ella.