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Évaluation
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No entraba en nuestros planes comer en Alaró, el plan era ir a Consell, así que, nunca mejor dicho, terminamos comiendo en Sa Fonda de casualidad y fue un acierto. Comimos salmón con salsa de mostaza buenísimo y bacalao gratinado a cual más sabroso; y ambos platos con unas guarniciones acordes con el pescado. A parte nos gustó mucho el detalle que tuvo quien nos atendió, ya que al plantearnos mi pareja y yo si pedir entrante o no, fue la camarera (no sé si era la dueña) quien nos aconsejó que no, ya que las raciones eran generosas y servían pan, aceitunas y ali-oli. Valga la expresión coloquial de que se le agradeció que 'fuera tan legal '