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Évaluation
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Está en plena judería, así que mucha gente para por la terraza que hay en la plaza al lado del restaurante. La comida estaba increíble. Probamos un salmorejo espectacular, en una cantidad óptima, pero con producto de calidad. Unas berenjenas en tempura que, sin estar malas, fueron el plato más flojo de la noche. Un flamenquín, por aquello de estar en Córdoba. Estaba espectacular, la carne y el jamón era de categoría (moro) y se notaba. Para cerrar, una tarta de queso exquisita, para ir solo a pedir esa maravilla y marcharte. Los camareros muy simpáticos y el ambiente muy bueno. Para repetir siempre que se vaya a Córdoba.