Estábamos de paso y no había ningún otro sitio para comer por la zona; encontramos esta pizzeria. Era la 1.45 y a pesar de que solo faltaban 15 minutos para el cierre del turno de comidas, la señora muy amablemente accedió a hacernos una pizza. ¡De las mejores que he comido en mi vida!.El local es muy sencillo y discreto, pero la calidad de los productos muy buena.