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Évaluation
★
Mi marido, mi hijo y yo pasábamos por Montblanc y decidimos pasar y tomar un vermut y ya de paso darle de comer a nuestro hijo de 11 meses. Vimos este bar y paramos. Después de pedir, pedimos a la chica de detrás de la barra, si podría calentarnos la comida del niño (ya que el no puede comer igual que un adulto) y después de un rato sin contestar nos dice que eso no lo hacen que me lo va ha hacer hoy , y que aún menos en las horas de las comidas. Miro a mi alrededor y solo veo una mesa de 4 personas y una de 4 que entraba por la puerta.... . Todavía no me había encontrado ningún sitio que no me quisiera calentar la comida de mi hijo. Desde luego este sitio no me ve más.